Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Diciembre, conocido mundialmente como el mes de los festejos y del cierre de año, esconde una serie de datos curiosos que van más allá de las celebraciones tradicionales. Aunque suele asociarse con el invierno en el hemisferio norte, la última página del calendario guarda hechos históricos, astronómicos y culturales que no todos conocen.
Uno de los fenómenos más destacados es el solsticio de invierno, que ocurre entre el 21 y 22 de diciembre en el hemisferio norte. Este evento marca la noche más larga del año, un hecho que antiguas culturas celebraban como el renacimiento del sol. En contraste, en el hemisferio sur se vive el solsticio de verano, con su día más largo y temperaturas más elevadas.
Diciembre también es el mes donde se registra la mayor cantidad de costumbres globalmente compartidas. Desde el árbol de Navidad, cuya tradición moderna se popularizó en Alemania, hasta el uso de calendarios de adviento, inicialmente diseñados para marcar el tiempo de espera antes de la Navidad. A esto se suman celebraciones como Hanukkah, Kwanzaa y el Día de Santa Lucía en los países nórdicos.
En el ámbito astronómico, diciembre suele coincidir con la lluvia de meteoros Geminidas, considerada una de las más espectaculares del año debido a su brillo y al elevado número de estrellas fugaces visibles por hora.
Curiosamente, este mes también debe su nombre al latín decem, que significa “diez”. En el calendario romano original, diciembre era el décimo mes, y aunque con el tiempo se añadieron enero y febrero al inicio del año, el nombre se mantuvo sin modificaciones.
Finalmente, diciembre destaca por ser uno de los meses con mayor cantidad de festividades internacionales, lo que lo convierte en una época marcada por reuniones familiares, tradiciones culturales y balances personales.


















