Ciudad Victoria, Tamaulipas.- México es uno de los países con mayor diversidad biológica del mundo, y parte de su riqueza natural se refleja en los animales que simbolizan su historia, su cultura y su espíritu.
Estas especies no solo destacan por su belleza o rareza, sino también por su profundo vínculo con las tradiciones y la identidad nacional.
Entre los más representativos se encuentra el águila real, majestuosa ave que adorna el escudo nacional. Este poderoso símbolo, heredado de las antiguas civilizaciones mexicas, representa la fuerza, la libertad y la valentía del pueblo mexicano. Su imagen, posada sobre un nopal y devorando una serpiente, narra el mito fundacional de México-Tenochtitlan.
Otro emblema nacional es el jaguar, considerado en muchas culturas prehispánicas como una deidad del poder y el inframundo. Este felino, el más grande de América, habita principalmente en las selvas del sur y sureste del país. Hoy, el jaguar es también símbolo de la lucha por la conservación de los ecosistemas amenazados.
El ajolote, una especie endémica del Valle de México, se ha convertido en un ícono moderno por su singular capacidad de regenerar sus órganos. Además de su importancia científica, este anfibio representa la resiliencia y la adaptación, valores muy presentes en la cultura mexicana.
Otros animales como la vaquita marina, el quetzal o la tortuga caguama también forman parte de la lista de especies emblemáticas que requieren protección urgente. Su preservación es esencial no solo para mantener el equilibrio ecológico, sino también para conservar una parte vital del patrimonio natural del país.
México, tierra de símbolos y biodiversidad, tiene en sus animales emblemáticos un reflejo de su riqueza cultural y ambiental. Cuidarlos es, en esencia, cuidar de la identidad misma de la nación.


















