Por: Eder Aupart.
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El secretario de Educación en Tamaulipas, Miguel Ángel Valdez García, destacó la importancia de incorporar la tecnología en las aulas como una herramienta complementaria para el aprendizaje, sin sustituir el papel del maestro. Además, anunció la implementación de programas enfocados en el bienestar emocional de estudiantes y docentes.
Durante una reciente declaración, Valdez García subrayó que dispositivos como celulares, tablets y laptops se están convirtiendo en aliados fundamentales tanto para los profesores como para los padres de familia, siempre y cuando se utilicen de forma adecuada y con objetivos pedagógicos claros.
“La tecnología es lo que viene… será un gran aliado del profesor y del padre de familia si lo sabemos utilizar”, afirmó.
En ese sentido, informó que se está trabajando con el Centro de Tecnología Educativa para desarrollar materiales didácticos que se adapten a plataformas móviles, con el fin de reforzar los aprendizajes básicos y fundamentales.
Pese al avance tecnológico, el secretario dejó en claro que el maestro sigue siendo el eje central del proceso educativo: “Esto no sustituye al maestro. El maestro es quien lleva el proceso de enseñanza y la tecnología debe ser un auxiliar, con formas y tiempos adecuados de uso”.
Respecto al estado de salud del alumnado, el titular de Educación señaló que actualmente se realiza un tamizaje centrado en la salud física, que incluye revisiones visuales, bucales, peso y talla. Reveló que entre el 4 y 5 % de los estudiantes presentan desnutrición, aunque también se detectan casos de sobrepeso.
Valdez García anunció que próximamente se aplicará el programa «Atentamente», enfocado en brindar apoyo socioemocional tanto a estudiantes como a docentes, reconociendo que la ansiedad y la depresión juvenil se han incrementado en los últimos años.
“Tenemos que hacer contención socioemocional a los maestros… fue otra epidemia”, afirmó.
También confirmó que continuará el programa «Vive Sin Drogas, Vive Feliz», dirigido a estudiantes de nivel medio superior, como parte de la estrategia de salud emocional y prevención de adicciones, especialmente ante la amenaza del consumo de sustancias como el fentanilo.


















